Yo no quisiera que la primavera llegara nunca, porque si mis ojos la aman, la detesta mi corazón. Como yo tengo en el pecho una llama, el frío y la nieve son un consuelo inmenso… pero cuando llega la dulce y melosa primavera su ardor aviva las llamas de mi corazón y me hace morir de pensamientos. Yo no quisiera que llegara nuca la primavera, porque entre sus flores y sus tonos mi alma encuentra el supremo desencanto de mi amor… Toda la sangre la de mi cuerpo tiene en sus fibras esencia de ella… La primavera, haciendo correr y agitarse mi sangre, hace que ella sea para mi alma la conquista y el recuerdo constante que el frío del invierno me hizo olvidar.. Por eso para mí la primavera es languidez y suspirar.
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Yo no quisiera que la primavera llegara nunca, porque si mis ojos la aman, la detesta mi corazón. Como yo tengo en el pecho una llama, el frío y la nieve son un consuelo inmenso… pero cuando llega la dulce y melosa primavera su ardor aviva las llamas de mi corazón y me hace morir de pensamientos. Yo no quisiera que llegara nuca la primavera, porque entre sus flores y sus tonos mi alma encuentra el supremo desencanto de mi amor… Toda la sangre la de mi cuerpo tiene en sus fibras esencia de ella… La primavera, haciendo correr y agitarse mi sangre, hace que ella sea para mi alma la conquista y el recuerdo constante que el frío del invierno me hizo olvidar.. Por eso para mí la primavera es languidez y suspirar.
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